Buscando a Nemo

Malvin y su mujer se han mudado a un nuevo barrio. Están a punto de tener nada menos que 400 hijos, y ambos están encantados con su nuevo hogar. Pero un día todo se tuerce y Malvin acaba sólo con un único hijo: Nemo.

Debido a lo que ocurre al principio y teniendo en cuenta que Nemo tiene una aleta atrofiada, Malvin es muy protector con su hijo, que quiere un poco más de libertad. Por una disputa entre padre e hijo, Nemo acabará en el acuario de un dentista. Nemo por su lado, con otros peces, intentará escapar, y su padre por otro recorrerá el océano con el fin de encontrarlo acompañado de Dori, a la que le falla la memoria reciente y con una personalidad despreocupada y alegre que contrasta mucho con la de Malvin.

Como Pixar nos tiene acostumbrados, estamos ante una película muy entretenida y con algo más, un trasfondo que hace que nos guste también a los adultos. Los personajes son muy carismáticos y se les toma cariño rápidamente, en especial a Dori. Tras ver la película uno no puede olvidarse de su "sigue nadando", con el magnífico doblaje de Anabel Alonso.

El doblaje en las películas de Pixar siempre es muy bueno, pero en esta a mí me lo parece especialmente. Tenemos a José Luis Gil como Marvin, a una inigualable Anabel Alonso como Dori, distinguimos la voz de Bruce Willis, y bastantes otras.

Un argumento sencillo con mucho trasfondo, unos personajes fantásticos y un apartado téncino, artístico y sonoro fenomenales hacen que Buscando a Nemo sea otra obra maestra de los genios actuales de la animación, Pixar.

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