Por mucho que me guste, Chakra acaba siendo una distro deficiente para un uso real del ordenador, que debe ser una herramienta, no algo en lo que invertir tiempo con configuraciones. Aún tengo ese tiempo para gastarlo, pero llegará el momento en que no lo tenga, y si quiero un software escrito en GTK, el CCR es insuficiente. No puedo estar preocupándome de si un software está o no está: necesito una distribución con repositorios completos, donde pueda encontrar todo tipo de programas, ya sean GTK o QT, con posibilidad de instalar lo que necesite. Y si no está en los repositorios, que haya una opción sencilla para hacerlo.
Esto me ha llevado irremediablemente a una de mis primeras distros: Ubuntu (aunque yo en su momento usé Xubuntu). Conozco bien sus defectos (actualización cada seis meses que puede acarrear problemas que antes no estaban, la arbitrariedad en algunos aspectos...) pero también sé que ha evolucionado mucho y que sigue siendo la reina en cuanto a «instala, usa y disfruta», no por nada atrae a más y más usuarios nuevos. Además, Canonical está haciendo acuerdos para introducir paquetes comerciales en su Centro de Software (ya hay un buen número) por si algún día los necesito.
El escritorio Unity, tan polémico, no me disgusta tanto como podía pensar. El mayor desacierto que veo es que el lanzador no funcione como gestor de tareas (hay que pulsar el botón «minimizar» para conseguir tal efecto, y yo estoy acostumbrado a pulsar el botón de la aplicación en el panel). Bien es cierto que no deja configurar mucho y que no ofrece la libertad de modificarlo y adaptarlo a nuestro gusto, pero está la opción de instalar otro entorno de escritorio (incluido KDE).
La selección de software tampoco me parece muy acertada, pero eso es algo que se soluciona fácilmente, sobre todo siendo yo un usuario con experiencia. Polly por Gwibber, Pidgin por Empathy, y aún estoy probando sustitutos para Rhythmbox. También he instalado Lightread (una de esas aplicaciones que me era imposible probar en Chakra) y un notificador de correos para el lanzador llamado Unity Mail, bastante apañado.
La única personalización está en los lanzadores
Para resumircca las bondades de Ubuntu en mi equipo: la velocidad de arranque (ni punto de comparación, de verdad, Unity se inicia rapidísimo en mi sobremesa, KDE se eterniza), la disponibilidad de software antes mencionada y no tener que tocar absolutamente nada tras la instalación. Lo típico: actualización y selección de software, pero conecté la impresora y no tuve que instalar ni HPLIP. Además, en Chakra habrá algún problema con los drivers de mi tarjeta gráfica o algo (aún tengo que comentarlo) que me da la impresión de que mi monitor se calienta menos y los vídeos a 1080p no se ven con unas extrañas líneas que aparecen con el movimiento.
Ubuntu también tiene a su favor la cantidad de documentación que existe, en todos los idiomas, por ser una de las distros más usadas. Basta con poner en Google lo que sea más Ubuntu más versión para que aparezcan centenares de páginas con posibles soluciones. En otras distros ese número se reduce considerablemente, más cuanto más minoritaria sea (lo cual deja a Chakra con su foro y su wiki).
Esto no quiere decir, claro está, que me vaya a quedar definitivamente aquí. Si veo cualquier tipo de problema probaré otra distribución, pero eso sí, de las generales o basadas en ellas, con mucho software disponible y de fácil instalación y configuración. De todos modos no he eliminado directamente Chakra, sigue en la primera partición del disco y accesible desde el gestor de arranque, al menos hasta que no me decante definitivamente por otra distribución, si es que lo hago.