Todos tenemos unos libros especiales, que recordamos con especial cariño porque fueron los que nos animaron a seguir leyendo o incluso, como es mi caso, a estudiar una carrera relacionada con las letras.
Nunca he sido (ni soy) un ávido lector, ni en mi casa los ha habido, pero sí muchos libros, y yo, como mente inquieta, me acercaba a ellos. Hay que sumarles, claro, los que me mandaban a leer para el instituto, de los que recuerdo y destaco algunos. Vamos allá.
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jueves, 26 de enero de 2012
sábado, 31 de diciembre de 2011
Lista de lecturas de 2011
El año pasado le dije a Jorge (recomiendo encarecidamente que visitéis su blog si os gusta la literatura) que haría una lista de lecturas, y aprovechando que me uní a Goodreads a principios de año, he podido hacerla sin mayores dificultades. Y aquí está.
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Literatura
miércoles, 14 de diciembre de 2011
«La canción del pirata», Fernando Quiñones
Para ser más precisos, la obra se llama La canción del pirata. Vida y embarques del bribón Cantueso. Fernando Quiñones es uno de tantos buenos novelistas que nos ha dado el prolifero siglo XX, y esta, una de sus obras más conocidas, dentro del desconocimiento general acerca de este autor.
Gaditano enamorado del flamenco, escribió muchos trabajos acerca de este arte, además de una extensa producción periodística y literaria (relatos, novelas, poesía y teatro). Es un autor muy interesante al que merece la pena asomarse. Este ha sido mi primer contacto con él.
Como bien anuncia el título, La canción del pirata trata sobre la vida de Juan Cantueso, un bribón de origen gaditano que se puede adscribir perfectamente a la figura del pícaro, dado que esta obra es prácticamente una novela picaresca en todos sus elementos, a pesar de la época en que se escribió.
Digo que es una novela picaresca, género propio del Siglo de Oro, porque se hace una recreación no sólo de las costumbres y sociedad del siglo XVII, aludiendo a hechos históricos concretos para enmarcar la obra, sino también por la recreación, diría que perfecta o muy cercana, del lenguaje de la época.
Precisamente este lenguaje y la longitud de los episodios (más de treinta páginas en la edición que he manejado) hacen que La canción del pirata requiera gran concentración cuando se lee. Pero esa concentración queda recompensada, no sólo por la historia en sí, sino también por la manera de contarla.
Mi recomendación es que leáis esta gran novela, sobre todo si tenéis experiencia leyendo castellano antiguo. Si os atrae como para hacerlo, no leáis ninguna sinopsis por la red ya que todas las que hay cuentan un resumen de la historia al completo, y lo mejor es llegar virgen a sus páginas.
Gaditano enamorado del flamenco, escribió muchos trabajos acerca de este arte, además de una extensa producción periodística y literaria (relatos, novelas, poesía y teatro). Es un autor muy interesante al que merece la pena asomarse. Este ha sido mi primer contacto con él.
Como bien anuncia el título, La canción del pirata trata sobre la vida de Juan Cantueso, un bribón de origen gaditano que se puede adscribir perfectamente a la figura del pícaro, dado que esta obra es prácticamente una novela picaresca en todos sus elementos, a pesar de la época en que se escribió.
Digo que es una novela picaresca, género propio del Siglo de Oro, porque se hace una recreación no sólo de las costumbres y sociedad del siglo XVII, aludiendo a hechos históricos concretos para enmarcar la obra, sino también por la recreación, diría que perfecta o muy cercana, del lenguaje de la época.
Precisamente este lenguaje y la longitud de los episodios (más de treinta páginas en la edición que he manejado) hacen que La canción del pirata requiera gran concentración cuando se lee. Pero esa concentración queda recompensada, no sólo por la historia en sí, sino también por la manera de contarla.
Mi recomendación es que leáis esta gran novela, sobre todo si tenéis experiencia leyendo castellano antiguo. Si os atrae como para hacerlo, no leáis ninguna sinopsis por la red ya que todas las que hay cuentan un resumen de la historia al completo, y lo mejor es llegar virgen a sus páginas.
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Literatura
miércoles, 27 de julio de 2011
Drácula, Bram Stoker

Con respecto a la edición debo decir que no la recomiendo. Siempre confío en esta editorial y en este caso me ha defraudado. Hay numerosas erratas, demasiado numerosas.
Con respecto a la obra en sí, con su lectura he cumplido mi objetivo: ahora conozco la historia y los atributos originales de esta figura tan utilizada en la cultura de masas posterior. Destaco sobre todo la forma de plantear la historia, en forma de Diarios, algo muy significativo. El lenguaje usado, por su época, es un reconocible «inglés del siglo XIX», de acuerdo a mi experiencia con Dr. Jekyll y Mr. Hyde y El retrato de Dorian Gray, aunque no puedo decir más al respecto por ser esta experiencia demasiado superficial. Los personajes se tratan con una distinción perfecta.
La historia se lee francamente rápido y muy fácilmente. Resulta atrayente, sobre todo por la mencionada manera de contarla y por el deseo de conocer cómo continúa. Muchos elementos que se van entrelazando con gran maestría, poco a poco se va aclarando todo hasta llegar al (para mí) previsible final, que por otro lado es el adecuado.
Hoy otro «pero»: los personajes son sumamente simples. Están claramente distinguidos entre buenos y malos, y los buenos son ejemplos de infinita virtud, bondad y valentía. Es normal que en una historia de este tipo los personajes sean relativamente simples, pero echo de menos un poco más de profundidad.
Una lectura que me ha gustado mucho hacer, de acuerdo con el objetivo con que la hice. Aunque considero que la historia es perfecta, no me ha dejado lo satisfecho que me hubiera gustado. Quizá ha influido la simpleza de los personajes y el mencionado estilo distinguido, que a nuestros ojos puede resultar muy poco natural.
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Literatura
sábado, 12 de febrero de 2011
Últimas lecturas: Siddartha en una solitaria isla del Sur y el Dr. Jekyll en un balneario chino
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Foto CC BY-NC-ND Jody Art |
Esta será más larga que la anterior por el número y por lo apasionante de las lecutras. Aunque aquí sean simplemente unas apreciaciones personales, cada libro merecería una entrada para él solo, o varias. Destaco también que son comentarios muy personales que no pretenden ser nada más.
Aprovecho esta oportunidad también para comentaros que me he unido a Goodreads y que allí iré poniendo el progreso de los libros que vaya leyendo. Debo agradecer a Jorge la recomendación de algunos de estos títulos y de muchos otros.
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Literatura
viernes, 14 de enero de 2011
Mis manías como lector
Creo que la mayoría, cuando tenemos un libro entre las manos, tenemos una serie de manías un tanto peculiares. Las mías normalmente tienen que ver con las páginas, y son las siguientes:
- A veces leo la última palabra sólo por curiosidad
- Miro el índice para ver cuántas páginas tiene cada capítulo
- Cada vez que empiezo un capítulo, miro cuantas páginas me queda para llegar al siguiente y para acabar el libro
- Uso separadores con un tamaño aproximado al del libro, para que no se pierda ni sobresalga mucho
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Literatura,
Vida cotidiana
miércoles, 25 de agosto de 2010
Últimas lecturas: cuentos, espíritus, juegos y amazonía
Últimamente estoy leyendo mucho, pero a la hora de ponerme a hacer una reseña a un único libro, me cuesta bastante dado que eso es, en cierto modo, algo que hago habitualmente en la facultad. Así que he optado por hacer una entrada recopilando varias lecturas y exponeros mis impresiones sobre ellas, aunque muchos libros merecerían más de una entrada en este blog y en cualquier otro. Esto no quiere decir que en un momento dado no dedique una entrada completa a un único título.
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Literatura
sábado, 21 de agosto de 2010
Desde esta cárcel...
Desde esta cárcel podría
verse el mar, seguirse el giro
de las gaviotas, pulsar
el latir del tiempo vivo.
Reportaje, José Hierro
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viernes, 25 de junio de 2010
La Regenta
Debo ser sincero. Me aterran las novelas largas. Me aterraba la idea de leerme La Regenta. «Una novela de mil cien páginas, y encima realista, que son todo descripciones... ¡esto tiene que ser insufrible!». Aunque sabía que era de Clarín, uno de los autores mejor considerados de la literatura clásica española, no me animaba a leerla por mi cuenta. Al empezar el curso, en Literatura del siglo XVIII y XIX, una de las lecturas obligatorias era La Regenta. Por razones que no vienen al caso, empecé a leerla ya bien entrado el curso. Y me enganchó.
Y cuando digo que me enganchó, es que me enganchó. Y según recuerdo, como ninguna otra novela lo ha hecho hasta ahora. Os hablo de leerme más de 100 páginas al día, una media de 30 páginas por sentada (la longitud de los capítulos en la edición de Cátedra que manejaba). Aunque paré de leer durante un tiempo, esta novela me la leí en dos semanas. Todo un logro para mí, porque leo bastante lento.
La forma de escribir de Clarín me ha cautivado. El primer capítulo son 30 páginas describiendo la ciudad de Vetusta en que se ambienta, y hay otros tantos capítulos del mismo estilo. En realidad muy pocas cosas pasan en la novela (y la mayoría están condensadas en el segundo tomo), pero la forma de contarlas, las descripciones tan perfectas de cada elemento de la ciudad, hicieron que esta novela me enamorara.
Como habréis podido observar, ni siquiera he comentado el argumento. Todas las sinopsis que he leído dan falsas impresiones, y no me atrevo a elaborar una yo mismo, porque seguro que tampoco será fiel. La Regenta es una novela demasiado compleja, entran demasiadas cosas en juego como para hacer un resumen de diez líneas.
Los personajes se desarrollan mucho, los espacios tienen vida propia, entran muchos elementos en juego en los actos de los personajes, y todo se narra de una manera que me hicieron pasar páginas y páginas deseando leer más y más.
No os la voy a recomendar porque no es una novela para todos, pero si te gusta la literatura y conoces o quieres conocer más sobre la literatura y la sociedad del siglo XIX, La Regenta es una lectura obligada.
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Literatura
domingo, 9 de mayo de 2010
A galopar, Paco Ibáñez y Rafael Alberti
* * *
Galope
Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
* * *
Cada vez que veo este vídeo, me emociono. Y os voy a explicar por qué.
Primero, por lo evidente, por lo perceptible: el hecho de que un cantante le haya puseto música a este poema; que Rafael Alberti, pocos años antes de su muerte, recitase y cantase el poema, y que todo el teatro cantase el estribillo junto con los dos hombres.
Y luego, por lo que este poema representa. Alberti lo compuso en tiempos de la Guerra Civil española, cuando los republicanos se enfrentaban a los nocionales, que habían dado un golpe de estado. Alberti estaba a favor del bando republicano. Imaginaos a Alberti, de joven, recitando este poema en una concentración de exiliados por la guerra. ¿Lo entendéis ahora?
Espero que la canción y el poema os hayan gustado.
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lunes, 4 de mayo de 2009
Bodas de sangre

Vuelve a situarse en un pueblo de campo andaluz, con una boda inminente de dos personajes de los que no sabemos sus nombres. La madre del novio odia las armas blancas, porque su marido y su hijo mayor murieron por su causa, y le tiene un particular odio a la familia de los Félix por un motivo desconocido. Esta mujer se enterará de que la novia fue antiguamente pareja de Leonardo, un jinete miembro de esta familia que ya tiene mujer e hijos.
Esta es la base argumental de la obra. Como siempre en el teatro lorquiano, el autor nos irá guiando a travś de las páginas usando un uso magnífico de los símbolos. En esta ocasión también hay algunas canciones, y los personajes hablan en verso en algunas ocasiones, cosa que le resta naturalidad desde mi punto de vista.
Aunque las tres obras pueden considerarse y de hecho se consideran obras maestras del teatro, personalmente esta es la que menos me ha gustado de las tres que ya he comentado aquí. Debido a que los personajes hablan en verso, creo que es la menos natural de todas, y el final es muy poco trágico en comparación a lo que se ve en las otras dos.
Pero ya digo, es cosa de gustos. Recomendaría a todos a los que os gusta el teatro que os las leáis las tres, porque gusten más o menos es innegable la maestría del dramaturgo malagueño a la hora de crear.
Esta es la base argumental de la obra. Como siempre en el teatro lorquiano, el autor nos irá guiando a travś de las páginas usando un uso magnífico de los símbolos. En esta ocasión también hay algunas canciones, y los personajes hablan en verso en algunas ocasiones, cosa que le resta naturalidad desde mi punto de vista.
Aunque las tres obras pueden considerarse y de hecho se consideran obras maestras del teatro, personalmente esta es la que menos me ha gustado de las tres que ya he comentado aquí. Debido a que los personajes hablan en verso, creo que es la menos natural de todas, y el final es muy poco trágico en comparación a lo que se ve en las otras dos.
Pero ya digo, es cosa de gustos. Recomendaría a todos a los que os gusta el teatro que os las leáis las tres, porque gusten más o menos es innegable la maestría del dramaturgo malagueño a la hora de crear.
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Literatura
lunes, 27 de abril de 2009
Yerma

Esta obra nos presenta a Yerma, una mujer de campo que no tiene hijos y cuyo mayor deseo es precisamente tenerlos. Tal es su deseo que poco a poco ese anhelo irá convirtiéndose en desesperación, hasta llegar al fatídico final.
Aunque hay otros personajes Yerma es la única y absoluta protagonista de la obra. Tenemos a su marido, Juan, cuya única preocupación es cuidar de sus bienes y de sus tierras; a Victor, un pastor amigo de Juan, María es una chica que va a tener un hijo, hay una vieja alegre y atea, y otros personajes.
Lo más destacable de la obra es la belleza poética, más allá de que en esta ocasión haya cancioncillas y poemas, frente a La casa de Bernarda Alba. El autor hace uso de símbolos y signos muy binen elegidos y mejor tratados, que harán que vayamos viendo la evolución del personaje en el tiempo, de una complejidad mayor de lo que puede parecer. Vamos viendo cómo ese deseo se convierte en anhelo, en desesperación, en locura.
La obra es de corta extensión, teniendo en cuenta que nació para ser representada en una hora. Si hay que buscarle un "pero", es que esta obra al tener tanto símbolo y al haber cancioncillas, quizá quede más forzado, menos natural que La casa de Bernarda Alba. Pero eso no resta su belleza y la maestría de Lorca tratando un tema ya clásico, la mujer estéril, al que le da una visión nueva y personal.
Recomiendo encarecidamente su lectura, porque si no te gusta la poesía quizá con esta obra le cojas gustillo, dada la belleza de sus versos, sin olvidarnos de la belleza del resto de componentes de la obra.
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Literatura
lunes, 23 de marzo de 2009
Entrevista con el vampiro

Entrevista con el vampiro es la primera de una serie de novelas escritas por Anne Rice (¿a que no lo sabíais? ¡si en la portada casi ni se ve!) llamada Crónicas vampíricas.
Louis, el vampiro principal, contará toda su historia a un chico, que hará las veces de entrevistador. Gracias a él mismo nos enteraremos cómo Lestat lo convierte en vampiro, cómo conoce a Claudia, y los acontecimientos que ocurren alrededor de estos tres personajes principales, aunque hay bastantes más. Nos encontramos con tres vampiros muy diferentes, tres concepciones de ver las cosas muy distintas entre sí, y a unos personajes muy elaborados.
¿Qué me impulsó a leer esta novela? Aunque me entraron ganas de leerla casi a la vez que salía la película de Crespúsculo, está lejos de ser esta la razón. Siempre me ha atraido ver las diferentes visiones sobre los vampiros, y he leído y oído muy buenas críticas sobre esta serie. Una entrada de Zona Fandom fue el empujón final que necesité para ir a por ella, porque se mostraba toda la cronología y bastantes datos.
Lo que más me ha llamado la atención de esta novela es la importancia que se le da a los ojos. Será por mi problema de visión que no se lo doy, porque sé de mucha gente que también hace lo mismo, y me llamó mucho la atneción leer en muchas ocasiones algo como "Su mirada me dijo que me callara" o "En su mirada se veía...". Las descripciones están muy elaboradas, pues al leerlas te metes en la piel de un personaje no vivo al que le fascina todo lo que sí lo está, cuando eso a él no le interesaba.
Aparte de la visión general del vampiro como vampiro romántico (no romántico de "Oh cuanto te adoro", sino romántico del romanticismo, con sus características vaya), cada personaje tiene su visión particular de su estado vampírico, los tres muy desarrollados y muy bien definidos, quitando el de Lestat, que aparte de saber que es un avaricioso al que le encanta matar sabemos bien poco, cosa que supongo quedará más clara en la novela Lestat el Vampiro.
Muy buena novela si te atrae el tema. La recomiendo. Tengo el ojo puesto en otra serie que me han comentado, Crónicas necrománticas de Brian Lumley. Pero de momento estoy con El nombre de la rosa.
Enlaces de interés:
Crónicas vampíricas de Anne Rice en Zona Fandom
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Literatura
martes, 3 de marzo de 2009
Fahrenheit 451

Montag, el protagonista, vive en esta nueva sociedad con su mujer Mildred, una adicta a las tecnologías de enttretenimiento que abundan en su presente. Él trabaja como bambero desde siempre, y siempre ha quemado libros. Pero un día conoce a Clarisse, su vecina, una chica distinta al resto de la sociedad que se pregunta el por qué de las cosas. Esto hará que empiece a plantearse cosas que provocarán situaciones incómodas con su jefe, Beatty, bombero convencido.
Los personajes están muy bien definidos y aunque a mi me resultan planos (menos Montag), entendemos sus motivaciones y su forma de ser. La narración y los personakes son dos aspectos a destacar. Eso sí, si te acostumbras a su estilo el libro se te caerá de las manos, porque entra en pensamientos y en descripciones de sensaciones y espacios casi constantemente.
El libro me ha gustado por varias razones: nunca había leído nada del género, está muy bien escrito (yo sí me acostumbré al estilo) y me encanta los asuntos que se plantean en él, pues aunque de manera exagerada no está muy lejos de lo que pasa en nuestro presente.
No es muy grande en extensión (150 páginas más o menos tiene mi edición), de modo que si te gusta el género, tienes curiosidad o buscas un libro que te plantee una realidad diferente, puede interesarte.
Tengo en tareas pendientes ver la película, porque creo que tiene otro enfoque en algunos aspectos y alguna cosa diferente.
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jueves, 22 de enero de 2009
La sombra del viento

La sombra del viento nos cuenta la historia de Daniel, un joven que será llevado por su padre al Cementerio de los Libros Olvidados, donde encontrará un libro escrito por un enigmático autor, Julián Carax, Al chico le encantará la novela y empezará a investigar sobre Carax, cosa que le llevará a conocer a muchos personajes, a pasar por muchas situaciones y a descubrir los secretos del corazón.
El libro es bastante extenso. La edición que tengo posee 575 páginas, pero eso no significa que el libro sea aburrido ni muchísimo menos. El narrador nos guiará por la historia de Daniel, pasando por una serie de fllashback donde conoceremos la historia de algunos personajes. Aunque llega un momento donde tenemos muchos personajes y bastantes misterios y líneas argumentales, todo se irá uniendo de manera magistral hasta llegar al final, un final formidable a mi parecer.
Debo destacar la forma de describir del autor. Describirá algunas escenas de un modo sublime, quizá sin decir nada directamente, pero nos quedará claro el mensaje y entenderemos a la perfección lo que ven y sienten los personajes a lo largo de la historia.
Una novela más que recomendable, que yo calificaría como magistral, imprescindible. Hacía tiempo que un libro no me enganchaba tanto como éste. Yo diría que desde La verdad sobre el caso Savolta.
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miércoles, 21 de enero de 2009
El niño del pijama de rayas

Eso es lo único que os puedo contar si pensáis leer el libro, pues conviene leerlo sabiendo cuanto menos, mejor, para disfrutarlo más. Si tienes intención de leerlo, no sigas leyendo esta entrada a partir de aquí. Sólo leed los que ya lo hayáis leido o los que no os interesa.
Lo más destacable del libro es la narración, que mantiene la ingeniudad infantil del niño. Este estilo hace que las páginas se lean rápidamente y de manera muy amena, pero no es excusa para que durante páginas y páginas no pase absolutamente nada. Me parece un libro muy lento, cuya único perdón se encuentra en ese estilo de narrar. Tampoco he viisto ese gran final sorprendente del que todos hablan.
No puedo decir mucho más de este libro. Ha pasado por mis manos sin pena ni gloria, destacando lo que ya he destacado, el narrador. Pero no me parece tan bueno ni tan espectacular como he oído decir.
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miércoles, 12 de noviembre de 2008
Mi vida actual: Resumen de todo
Os tengo un poco abandonados últimamente, y tengo tantas cosas que me gustaría contaros que esta entrada (que aviso, será larga) se quedará corta.
Empiezo por lo primero y principal: la universidad. Desconsiderado de mí, empecé el curso hace un mes y pico y aparte de los análisis de los libros, la presencia y Arte y crimen, no os he contado nada.
Lo que llevo de curso, me encanta. Simple y llanamente. Como es de esperar, hay que ir trabajando poco a poco porque en la Universidad los exámenes son cuatrimestrales, y este año me he propuesto hacerme unos apuntes buenos, por dos razones: tener el material en limpio y repasar a la vez que los paso. Las asignaturas son muy interesantes, incluso la de literatura en X época, que pensé que no me iban a terminar de llamar, me gustan. Los profesores explican genial, todos, exceptuando a dos que no tienen demasiado brío explicando. Pero explican bien. Hay que hacer de cuando en cuando una tarea, leer mucho, trabajos, etc., por lo que entre una cosa y otra la facultad me roba mucho tiempo. Las asignaturas de este curso son Literatura medieval, Literatura del Siglo de Oro, Teoría de la Literatura, Semántica léxica, Morfología, Español coloquial, Textos dramáticos y expectáculo, y en el segundo cuatrimestre, Latín vulgar (pero ya no tengo ni Español colquial ni Textos dramáticos). Respecto a mi clase (compañeros), es un puntazo, porque tiene poquísima unidad. Cuando terminan las clases, cada uno se va por su lado en grupos de dos o tres. No nos llevamos mal, pero tampoco bien, y hay una(s) persona(s) que hace que el clima en el aula no sea el idóneo, pero de eso hablo más adelante, y de momento no hay nada que hacer con eso.
En el ordenador mi estancia es muy efímera. Me estoy conectando a Pidgin muy poco, y cuando lo hago últimamente estoy no disponible, en plan "por tenerlo abierto". Leo blogs, reviso feeds (muchos feeds), bajo anime, escucho música. Poco más. Digamos que no estoy haciendo realmente nada de provecho. Eso sí, hace algunos días me abrí una cuenta en Flickr para enseñar mis fotitos preciadas y preciosas. De momento no hay muchas, pero ya iré subiendo más.
Tampoco estoy probando demasiados programas. Me he decantado por Liferea en vez de Google Reader, porque de usarlo me siento más cómodo. También borré Exaile por Decibel, que consume menos y es más sencillo, sin llegar a ser un Audacious o XMMS, que no es exactamente lo que busco. Yo quiero tener mi colección a un lado, la lista a otro y la información de la canción, nada más. Y Decibel me viene como anillo al dedo, al menos de momento. Como habréis podido comprobar, tengo al GIMP en coma, y mi inspiración con él.
El escritorio llevo mucho tiempo sin cambiarlo. Tengo el escritorio configurado con los cuatro iconos de siempre, un wallpaper de Raveenz y un único panel inferior, sin menú y con lanzadores de los programas que más uso (los que menos uso están escondidos tras la flecha), además de la lista de iconos, que es como la barra de tareas pero sin texto. La puse antes de que salieran las screens de Windows 7, por si acaso. El menú lo he quitado porque lo usaba poco, ahora cuando lo quiero usar le doy a "Mostrar escritorio" y pincho sobre él. El tema GTK es el Brave de Shiki-colors, un híbrido claro-oscuro muy rápido, elegante y bonito. Es raro verme con un tema oscuro, pero al no serlo totalmente, me acostumbré a él, además de que no rebienta los ojos como pueden llegar a hacerlo los muy claros. El tema Xfwm que uso es una adaptación del metacity del tema GTK.

Hablando de anime, he empezado a ver Sakura Cazadora de cartas. Esa serie la veía de pequeño, y al encontrarla en español de españa dije "hostia" ye empecé a bajarla. El doblaje latino de esa serie me parece horrible, todo sea dicho. Si los españoles son malos doblando, en esa serie en concreto los latinos nos superan. También vi hace poco La melodía del olvido y empecé con Mushi-shi, pero con Sakura lo dejé.
Me ha dado por leer el Quijote. Sé que tarde o temprano lo voy a tener que hacer (es lógico, estoy estudiando Filología Hispánica, es requisito), y cuanto más leo (voy por la página 200, más o menos) más entiendo por qué ha quedado como la obra cumbre de la literatura española. Cervantes es buenísimo: acostumbrado y entendiendo el español antiguo (no tan antiguo, en serio) vemos que el autor hace muchos experimentos, contrastes, ironías, etc. Eso sí, recomendado leerlo en una buena edición. Yo me compré una de Anaya y va bien, porque me regalaron una del cuarto centenario y... sin comentarios.
Hablando de libros, hace poco me leí La plasmatoria, para la asignatura de teatro. Una comedia muy entretenida, aunque difícil de interpretar en un aula, creo yo. Los personajes son carismáticos y hay dos que me encantan. Además es cortita, por lo que se puede leer en un rato. Quiero unos cuantos de libros, pero debido a la proximidad de las navidades prefiero esperarme a entonces.
Y siguiendo con el tema, tengo en mente un par de historias, no sé si cortas o largas, como salgan. Pero con esto de que mi inspiración está de vacaciones, de momento sólo tengo los planteamientos. Ya os iré informando, y espero que las podáis leer completas en un futuro no muy lejano. Lo que no voy a hacer es publicar lo poco que lleve, porque mientras escribo soy mucho de hacer modificaciones. Después no, pero mientras sí.
Respecto a la música, sigo buscando mi identidad musical, por así decirlo. Estoy escuchando de todo y no hay ningún estilo que me termine de llamar, como en su día lo hicieron el rap o el heavy. Estoy escuchando sobre todo música electrónica relajada, porque viene genial para no estar totalmente en silenco mientras paso apuntes y no distrarse tampoco con ruidos fuertes. Pero escucho pop, rock, carnaval... de todo. (Sabina, Ruibal, La oreja de Van Gogh, Amaral...) Estos días estoy escuchando más carnaval que de costumbre, pero sin dejar de lado Jamendo para escuchar otros álbumes.
Radio y televisión también estoy consumiendo poca. Radio principalmente porque el programa que me gusta es de 1:30 a 4 de la madrugada (La parroquia del Monaguillo, que en realidad es un No son horas largo), y hace siglos que no actualizan el pocast de la web (el de Onda Cero no me funciona como quiero) Concretamente, desde el 29 de Octubre. Televisión sólo estoy viendo El internado, que es obligatodio todos los miércoles, y de cuando en cuando Los Simpsons y Padre de Familia, que me encanta.
No puede considerarse del todo radio, pero desde la temporada pasada estoy escuchando Meripodcast. Es un podcast (eso lo he deducido yo solito) de Meristation (y esto, también), que me dio a conocer Kreft hace ya tiempo, donde se habla de videojuegos (estoy hecho una lumbrera hoy). Sale más barato que la Hobby Consolas y es más a menudo. No leo la web porque me da pereza, mayormente. También oigo el Podcast de Linux hispano, que realmente no es nada de otro mundo, a mi parecer.
Ya que he sacado el tema de los videojuegos, la consola es, de todo lo que estoy comentando, lo que menos uso. Juego poquísimo: la PS2 está cogiendo polvo, igual que la DS y la PSP. Seguramente cuando consiga el Final Fantasy IV para DS la cosa cambie, pero eso ya será en reyes. Quiero volver a jugarme los Kingdom Hearts, y tengo algún que otro juego pendiente, pero no se me apetece demasiado últimamente.
Cine estoy viendo realmente poco. Vi la ¿biología? de Underworld, la trilogía de X-men, he ido viendo a lo largo del tiempo diferentes clásicos Disney (siendo el último Peter Pan), y tengo alguna otra en mente, pero de momento no tengo planes de verlas ni de ir al cine a ver cualquier otra.
Lo más destacable que estoy haciendo últimamente quizá es Radio Al compás, ese pseudo programa de radio casero que hacemos en Al compás gaditano (que por cierto, cumplió dos años el 2 de noviembre) donde hablamos de carnaval y ponemos peticiones de la gente, con el que me lo paso genial grabándolo y montándolo con Audacity, siempre con la nunca valorada como se debe ayuda del Pater. Parece que no, pero es bastante descargado: según Mediafire el segundo de esta tercera temporada se lo descargaron 55 veces, que tampoco es ¡oh! pero es más que suficiente para lo que es.
Aunque no estoy haciendo nada destacable, me gusta mi vida ahora mismo. Apacible y tranquila, como siempre. De vez en cuando me da por investigar sobre algún tema, como ocurrió (y ocurre) con el Esperanto y la cultura libre (de la cual tengo un par de Ebooks por leer, pero eso de leer libros en pantallas me agta demasiado, y eso que me llevo todo el día leyendo, pero demasiadas letras juntas me agobian). Sobre esto tengo en mente escribir algo, como hice hace poco, pero más sencillito, no tan aplicado a la informática.
Sólo hay un asunto que no me gusta, y no me gusta nada, referente a mi vida fuera de la red. Un asunto que más parece de quinceañeros que de universitarios, y es que una serie de individuas (y puedo quitar el "una serie de"), no deja de molestar, a mí en menor medida pero sí a mis amigos. Se pasa todo el día criticando por la espalda y poniendo buena cara para que no se note, buscando las cosquillas, haciendo acciones ridículas con ridículos resultados, y demás niñerías. Pero no es un asunto que me quite el sueño, ni a mí ni a mis amigos, de hecho es un tema curioso para hablar, aunque no deberíamos ni hacer eso, no merece la pena. Se le da demasiado bombo.
Bueno, sé que esta entrada ha sido mucho más larga de lo habitual, y de hecho va en contra de mi forma de bloguear, yo que prefiero entradas cortas a tochos enormes. Pero me apetecía escribirlo todo de un tirón, ya que no sé cuándo volveré a actualizar.
Mi enhorabuena a todo aquél que se la haya leído entera. No creo que esta entrada sea muy comentada, pero siempre estáis invitados a hacerlo.
Empiezo por lo primero y principal: la universidad. Desconsiderado de mí, empecé el curso hace un mes y pico y aparte de los análisis de los libros, la presencia y Arte y crimen, no os he contado nada.
Lo que llevo de curso, me encanta. Simple y llanamente. Como es de esperar, hay que ir trabajando poco a poco porque en la Universidad los exámenes son cuatrimestrales, y este año me he propuesto hacerme unos apuntes buenos, por dos razones: tener el material en limpio y repasar a la vez que los paso. Las asignaturas son muy interesantes, incluso la de literatura en X época, que pensé que no me iban a terminar de llamar, me gustan. Los profesores explican genial, todos, exceptuando a dos que no tienen demasiado brío explicando. Pero explican bien. Hay que hacer de cuando en cuando una tarea, leer mucho, trabajos, etc., por lo que entre una cosa y otra la facultad me roba mucho tiempo. Las asignaturas de este curso son Literatura medieval, Literatura del Siglo de Oro, Teoría de la Literatura, Semántica léxica, Morfología, Español coloquial, Textos dramáticos y expectáculo, y en el segundo cuatrimestre, Latín vulgar (pero ya no tengo ni Español colquial ni Textos dramáticos). Respecto a mi clase (compañeros), es un puntazo, porque tiene poquísima unidad. Cuando terminan las clases, cada uno se va por su lado en grupos de dos o tres. No nos llevamos mal, pero tampoco bien, y hay una(s) persona(s) que hace que el clima en el aula no sea el idóneo, pero de eso hablo más adelante, y de momento no hay nada que hacer con eso.
En el ordenador mi estancia es muy efímera. Me estoy conectando a Pidgin muy poco, y cuando lo hago últimamente estoy no disponible, en plan "por tenerlo abierto". Leo blogs, reviso feeds (muchos feeds), bajo anime, escucho música. Poco más. Digamos que no estoy haciendo realmente nada de provecho. Eso sí, hace algunos días me abrí una cuenta en Flickr para enseñar mis fotitos preciadas y preciosas. De momento no hay muchas, pero ya iré subiendo más.
Tampoco estoy probando demasiados programas. Me he decantado por Liferea en vez de Google Reader, porque de usarlo me siento más cómodo. También borré Exaile por Decibel, que consume menos y es más sencillo, sin llegar a ser un Audacious o XMMS, que no es exactamente lo que busco. Yo quiero tener mi colección a un lado, la lista a otro y la información de la canción, nada más. Y Decibel me viene como anillo al dedo, al menos de momento. Como habréis podido comprobar, tengo al GIMP en coma, y mi inspiración con él.
El escritorio llevo mucho tiempo sin cambiarlo. Tengo el escritorio configurado con los cuatro iconos de siempre, un wallpaper de Raveenz y un único panel inferior, sin menú y con lanzadores de los programas que más uso (los que menos uso están escondidos tras la flecha), además de la lista de iconos, que es como la barra de tareas pero sin texto. La puse antes de que salieran las screens de Windows 7, por si acaso. El menú lo he quitado porque lo usaba poco, ahora cuando lo quiero usar le doy a "Mostrar escritorio" y pincho sobre él. El tema GTK es el Brave de Shiki-colors, un híbrido claro-oscuro muy rápido, elegante y bonito. Es raro verme con un tema oscuro, pero al no serlo totalmente, me acostumbré a él, además de que no rebienta los ojos como pueden llegar a hacerlo los muy claros. El tema Xfwm que uso es una adaptación del metacity del tema GTK.

Hablando de anime, he empezado a ver Sakura Cazadora de cartas. Esa serie la veía de pequeño, y al encontrarla en español de españa dije "hostia" ye empecé a bajarla. El doblaje latino de esa serie me parece horrible, todo sea dicho. Si los españoles son malos doblando, en esa serie en concreto los latinos nos superan. También vi hace poco La melodía del olvido y empecé con Mushi-shi, pero con Sakura lo dejé.
Me ha dado por leer el Quijote. Sé que tarde o temprano lo voy a tener que hacer (es lógico, estoy estudiando Filología Hispánica, es requisito), y cuanto más leo (voy por la página 200, más o menos) más entiendo por qué ha quedado como la obra cumbre de la literatura española. Cervantes es buenísimo: acostumbrado y entendiendo el español antiguo (no tan antiguo, en serio) vemos que el autor hace muchos experimentos, contrastes, ironías, etc. Eso sí, recomendado leerlo en una buena edición. Yo me compré una de Anaya y va bien, porque me regalaron una del cuarto centenario y... sin comentarios.
Hablando de libros, hace poco me leí La plasmatoria, para la asignatura de teatro. Una comedia muy entretenida, aunque difícil de interpretar en un aula, creo yo. Los personajes son carismáticos y hay dos que me encantan. Además es cortita, por lo que se puede leer en un rato. Quiero unos cuantos de libros, pero debido a la proximidad de las navidades prefiero esperarme a entonces.
Y siguiendo con el tema, tengo en mente un par de historias, no sé si cortas o largas, como salgan. Pero con esto de que mi inspiración está de vacaciones, de momento sólo tengo los planteamientos. Ya os iré informando, y espero que las podáis leer completas en un futuro no muy lejano. Lo que no voy a hacer es publicar lo poco que lleve, porque mientras escribo soy mucho de hacer modificaciones. Después no, pero mientras sí.
Respecto a la música, sigo buscando mi identidad musical, por así decirlo. Estoy escuchando de todo y no hay ningún estilo que me termine de llamar, como en su día lo hicieron el rap o el heavy. Estoy escuchando sobre todo música electrónica relajada, porque viene genial para no estar totalmente en silenco mientras paso apuntes y no distrarse tampoco con ruidos fuertes. Pero escucho pop, rock, carnaval... de todo. (Sabina, Ruibal, La oreja de Van Gogh, Amaral...) Estos días estoy escuchando más carnaval que de costumbre, pero sin dejar de lado Jamendo para escuchar otros álbumes.
Radio y televisión también estoy consumiendo poca. Radio principalmente porque el programa que me gusta es de 1:30 a 4 de la madrugada (La parroquia del Monaguillo, que en realidad es un No son horas largo), y hace siglos que no actualizan el pocast de la web (el de Onda Cero no me funciona como quiero) Concretamente, desde el 29 de Octubre. Televisión sólo estoy viendo El internado, que es obligatodio todos los miércoles, y de cuando en cuando Los Simpsons y Padre de Familia, que me encanta.
No puede considerarse del todo radio, pero desde la temporada pasada estoy escuchando Meripodcast. Es un podcast (eso lo he deducido yo solito) de Meristation (y esto, también), que me dio a conocer Kreft hace ya tiempo, donde se habla de videojuegos (estoy hecho una lumbrera hoy). Sale más barato que la Hobby Consolas y es más a menudo. No leo la web porque me da pereza, mayormente. También oigo el Podcast de Linux hispano, que realmente no es nada de otro mundo, a mi parecer.
Ya que he sacado el tema de los videojuegos, la consola es, de todo lo que estoy comentando, lo que menos uso. Juego poquísimo: la PS2 está cogiendo polvo, igual que la DS y la PSP. Seguramente cuando consiga el Final Fantasy IV para DS la cosa cambie, pero eso ya será en reyes. Quiero volver a jugarme los Kingdom Hearts, y tengo algún que otro juego pendiente, pero no se me apetece demasiado últimamente.
Cine estoy viendo realmente poco. Vi la ¿biología? de Underworld, la trilogía de X-men, he ido viendo a lo largo del tiempo diferentes clásicos Disney (siendo el último Peter Pan), y tengo alguna otra en mente, pero de momento no tengo planes de verlas ni de ir al cine a ver cualquier otra.
Lo más destacable que estoy haciendo últimamente quizá es Radio Al compás, ese pseudo programa de radio casero que hacemos en Al compás gaditano (que por cierto, cumplió dos años el 2 de noviembre) donde hablamos de carnaval y ponemos peticiones de la gente, con el que me lo paso genial grabándolo y montándolo con Audacity, siempre con la nunca valorada como se debe ayuda del Pater. Parece que no, pero es bastante descargado: según Mediafire el segundo de esta tercera temporada se lo descargaron 55 veces, que tampoco es ¡oh! pero es más que suficiente para lo que es.
Aunque no estoy haciendo nada destacable, me gusta mi vida ahora mismo. Apacible y tranquila, como siempre. De vez en cuando me da por investigar sobre algún tema, como ocurrió (y ocurre) con el Esperanto y la cultura libre (de la cual tengo un par de Ebooks por leer, pero eso de leer libros en pantallas me agta demasiado, y eso que me llevo todo el día leyendo, pero demasiadas letras juntas me agobian). Sobre esto tengo en mente escribir algo, como hice hace poco, pero más sencillito, no tan aplicado a la informática.
Sólo hay un asunto que no me gusta, y no me gusta nada, referente a mi vida fuera de la red. Un asunto que más parece de quinceañeros que de universitarios, y es que una serie de individuas (y puedo quitar el "una serie de"), no deja de molestar, a mí en menor medida pero sí a mis amigos. Se pasa todo el día criticando por la espalda y poniendo buena cara para que no se note, buscando las cosquillas, haciendo acciones ridículas con ridículos resultados, y demás niñerías. Pero no es un asunto que me quite el sueño, ni a mí ni a mis amigos, de hecho es un tema curioso para hablar, aunque no deberíamos ni hacer eso, no merece la pena. Se le da demasiado bombo.
Bueno, sé que esta entrada ha sido mucho más larga de lo habitual, y de hecho va en contra de mi forma de bloguear, yo que prefiero entradas cortas a tochos enormes. Pero me apetecía escribirlo todo de un tirón, ya que no sé cuándo volveré a actualizar.
Mi enhorabuena a todo aquél que se la haya leído entera. No creo que esta entrada sea muy comentada, pero siempre estáis invitados a hacerlo.
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domingo, 19 de octubre de 2008
Presencia literaria de Soledad Puértolas
Hoy os voy a contar cómo fue una presencia literaria a la que asistí el jueves, y ya con esto acabo con este Fin de Semana Literario que os he dado.
¿Qué es una presencia literaria?, os preguntaréis. Pues no sé deciros exactamente lo que es, pero sí puedo deciros que es una especie de entrevista de un presentador a un autor al que le se le hacen preguntas, tanto él como los asistentes. No es exclusivamente para haber de un libro en concreto. Al menos en esta que yo he estado, la autora hizo una reflexión sobre la literatura y su forma de escribir.
Vamos ya con el tema. La autora invitada en esa ocasión ha sido Soledad Puértolas, presentada y entrevistada por José Antonio Hernández, quien hizo una breve introducción sobre la autora y la literatura. La señora Puértolas estuvo hablando bastante tiempo sobre su forma de escribir, dejando claro que ella se dejaba llevar por los personajes y que daba mucha importancia al narrador. Se identifica mucho con los personajes, y necesita un momento y un lugar físico en concreto para escribir. En cierto momento dijo que la literatura y la vida son cosas muy parecidas, y que ella, a la hora de escribir, deja un trozo de su vida en el papel, por lo que no relee sus obras. Opina que una vez terminadas, ya son de otra persona, del yo que era en un momento concreto.
La autora estaba demasiado concienciada de que en la presencia iban a hablar de ella y sobre su obra, por lo que en ciertos momentos se vio que ella misma se sentía el centro de atención. Dio la impresión de que ella se consideraba a si misma escritora, sentimiento que se vio agravado por los presentes, que le reían todas las bromas. Aunque la presencia fue mucho más natural de lo que pudo llegar a ser, me causó un cierto sentimiento de rechazo, además del pensamiento de que a la entrevistada le faltaba un poco de humildad. En ciertos momentos no estuve de acuerdo con sus planteamientos, no creo que escribiendo haya que dejarse llevar de tal manera por la historia. Personalmente, cuando escribo, soy más de tener pensados unos personajes, su forma y un final, aunque el desarrollo de la historia ya sea improvisado.
Con esto no quiero que se me malinterprete, la presencia me gustó mucho, pero ese par de detalles en concreto, no.
Bueno, espero haberos transmitido correctamente mi experiencia en la primera presencia literaria a la que voy. El jueves que viene hay otra, pero debido a que son en Cádiz y a una hora bastante tardía, no creo que asista.
¿Qué es una presencia literaria?, os preguntaréis. Pues no sé deciros exactamente lo que es, pero sí puedo deciros que es una especie de entrevista de un presentador a un autor al que le se le hacen preguntas, tanto él como los asistentes. No es exclusivamente para haber de un libro en concreto. Al menos en esta que yo he estado, la autora hizo una reflexión sobre la literatura y su forma de escribir.
Vamos ya con el tema. La autora invitada en esa ocasión ha sido Soledad Puértolas, presentada y entrevistada por José Antonio Hernández, quien hizo una breve introducción sobre la autora y la literatura. La señora Puértolas estuvo hablando bastante tiempo sobre su forma de escribir, dejando claro que ella se dejaba llevar por los personajes y que daba mucha importancia al narrador. Se identifica mucho con los personajes, y necesita un momento y un lugar físico en concreto para escribir. En cierto momento dijo que la literatura y la vida son cosas muy parecidas, y que ella, a la hora de escribir, deja un trozo de su vida en el papel, por lo que no relee sus obras. Opina que una vez terminadas, ya son de otra persona, del yo que era en un momento concreto.
La autora estaba demasiado concienciada de que en la presencia iban a hablar de ella y sobre su obra, por lo que en ciertos momentos se vio que ella misma se sentía el centro de atención. Dio la impresión de que ella se consideraba a si misma escritora, sentimiento que se vio agravado por los presentes, que le reían todas las bromas. Aunque la presencia fue mucho más natural de lo que pudo llegar a ser, me causó un cierto sentimiento de rechazo, además del pensamiento de que a la entrevistada le faltaba un poco de humildad. En ciertos momentos no estuve de acuerdo con sus planteamientos, no creo que escribiendo haya que dejarse llevar de tal manera por la historia. Personalmente, cuando escribo, soy más de tener pensados unos personajes, su forma y un final, aunque el desarrollo de la historia ya sea improvisado.
Con esto no quiero que se me malinterprete, la presencia me gustó mucho, pero ese par de detalles en concreto, no.
Bueno, espero haberos transmitido correctamente mi experiencia en la primera presencia literaria a la que voy. El jueves que viene hay otra, pero debido a que son en Cádiz y a una hora bastante tardía, no creo que asista.
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El Abencerraje
No sé exactamente qué decir de esta obra, pero como me la leí y me gustó, pues quiero compartirla con vosotros.
La novela del Abencerraje y Jarifa, o simplemente El abencerraje, no fue una novela fijada propiamente dicha. Trata del siglo XVI y es anónima, en ella se narran las aventuras del moro Abinzarráez, que yendo en busca de su amada Jarifa tropieza con los hombres de Rodrigo de Narváez, con los que ha de enfrentarse. Así se nos narra una historia de amor, honor y valentía que aunque muy corta, es muy intensa y entretiene bastante, por lo que se puede leer en poco tiempo.
La novela es una típica historia morisca de la época. Trata el amor y la generosidad del derrotado. Como es lógico, también está escrita en castellano antiguo, pero aún así se entiende muy bien una vez acostumbrados a su forma.
Una novela muy interesante aunque sea corta, con la cual podemos ver un tema clásico de la época. En una buena edición como la de Cátedra, podemos leer un estudio intensivo sobre la novela y poemas que hablan sobre la misma historia.

La novela es una típica historia morisca de la época. Trata el amor y la generosidad del derrotado. Como es lógico, también está escrita en castellano antiguo, pero aún así se entiende muy bien una vez acostumbrados a su forma.
Una novela muy interesante aunque sea corta, con la cual podemos ver un tema clásico de la época. En una buena edición como la de Cátedra, podemos leer un estudio intensivo sobre la novela y poemas que hablan sobre la misma historia.
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sábado, 18 de octubre de 2008
La casa de Bernarda Alba
Otro de los tantos libros que me han mandado leer en la facultad, comprensible teniendo en cuenta que soy estudiante de Filología Hispánica. Este libro me lo compré hace ya bastante en edición Cátedra, pero nunca llegué a leerlo. Y ahora que lo he hecho, me ha encantado.
La casa de Bernarda Alba es una obra de teatro escrita por Federico García Lorca. Imagino que todos mis lectores conoceréis algo de él. Fue escrita en 1936, poco antes de su ejecución.
La obra nos cuenta cómo el luto llega a la casa de Bernarda Alba, una mujer ya mayor que tiene viviendo bajo su techo a sus cuatro hijas, a su madre y a dos criadas. Su marido ha fallecido hace poco, lo que conlleva que tanto ella como sus hijas tengan que guardar ocho años de luto. Pero no sólo el hecho de vestirse de negro, sino que también deberán permanecer recluidas en casa, en señal de tristeza y por no despertar habladurías de los vecinos, ya que están en un pueblo.
Pero las cuatro mujeres, sobre todo la hija pequeña, Adela, no están dispuestas a mantener ese estricto luto. Una figura muy importante entrará en la vida de todas ellas, y es un hombre que no aparece en escena llamado Pepe el Romano, que será el cuerpo del deseo de la obra y, en principio, prometido de Angustias, la hija mayor.
Desde ese planteamiento Lorca nos muestra su maestría explicándonos a través de los diálogos la forma de vida y de pensar en un pueblo, sin dejar de tener lugar en ningún momento la trama y la evolución de los personajes.
Un teatro no realmente corto, pero corto; que se lee muy rápido y que se disfruta aún más, con unos personajes muy marcados y con mucha personalidad y con una trama muy entretenida. Realmente recomendable.
La obra nos cuenta cómo el luto llega a la casa de Bernarda Alba, una mujer ya mayor que tiene viviendo bajo su techo a sus cuatro hijas, a su madre y a dos criadas. Su marido ha fallecido hace poco, lo que conlleva que tanto ella como sus hijas tengan que guardar ocho años de luto. Pero no sólo el hecho de vestirse de negro, sino que también deberán permanecer recluidas en casa, en señal de tristeza y por no despertar habladurías de los vecinos, ya que están en un pueblo.
Pero las cuatro mujeres, sobre todo la hija pequeña, Adela, no están dispuestas a mantener ese estricto luto. Una figura muy importante entrará en la vida de todas ellas, y es un hombre que no aparece en escena llamado Pepe el Romano, que será el cuerpo del deseo de la obra y, en principio, prometido de Angustias, la hija mayor.
Desde ese planteamiento Lorca nos muestra su maestría explicándonos a través de los diálogos la forma de vida y de pensar en un pueblo, sin dejar de tener lugar en ningún momento la trama y la evolución de los personajes.
Un teatro no realmente corto, pero corto; que se lee muy rápido y que se disfruta aún más, con unos personajes muy marcados y con mucha personalidad y con una trama muy entretenida. Realmente recomendable.
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Literatura