domingo, 27 de abril de 2008

La gran "rebentaera"

Hoy estoy realmente rebentao. Pero lo que se dice rebentao. Os cuento.

Pongámonos en que es viernes por la noche. Tres de la mañana, como siempre, pienso en acostarme, entre una cosa y otra me acuesto a las 3 y media. Empiezo a dar vueltas en la cama, sin sueño. "Bueno, voy a ver si leyendo me entra sueño", pillo un libro, un buen rato leyendo, sin sueño. Escucho música, juego a la consola, mismo resultado. Miro el reloj, seis de la mañana. "A la mierda", me levanto y me pongo delante del PC, pillo los cascos y me pongo a ver una película. Nada. Pongo otra, la veo, nada. Cuando me dí cuenta eran las nueve y media, a las diez tenía puesto el despertador para irme con unos amigos. Total, que esa noche no dormí ni un miserable minuto.

¿Qué ocurre cuando no duermes nada de noche? Que te entra el sueño de día. Ahora fue subirme al tren, sentarme y caer dormido. Menos mal que se subía uno de mis amigos y ya me mantuve despierto hablando con él.

En Cádiz y tras encontrarnos con el tercero, nos dedicamos a comer en el Burger King y dar vueltas, riéndonos y gastando bromas como suelo hacer cuando estoy con ellos. En una de estas me da y empezamos a andarnos el Campo del Sur, que rodea todo Cádiz, y fuimos desde el Parque Genovés hasta la Catedral. Ya eran las siete y media, dejamos al tercero en su casa, el otro muy cansado, pillamos un taxi. Cogimos el tren a lo justo, era a las ocho y cuarto y llegamos allí a y trece. Vimos uno, abro las puertas y me encuentro con que está apagado "¡Que es el de aquí al lado!", salimos corriendo y nada más subirnos, se cierran las puertas.

Mi amigo se bajó en San Fernando, y yo entre el cansancio y el sueño acumulado dando cabezadas. "Adrián, mantente despierto que como te pases de estación te vas a hartar de reír.", pensaba. Entre cabezada y cabezada escucho a la mujer de la megafonía (que dice el nombre de la estación como asustada) "Próxima parada Puerto Real", de un bote me puse en pie delante de la puerta "Así no me quedo dormido".

Una vez en mi casa, y tras saber qué iba a hacer el domingo con respecto a Radio Al compás pongo la tele y me siento en el sofá. Al minuto no era sentado, era tirado, y al minuto y medio era tirado y dormido. A las once y media, después de cenar con los ojos pegaos, me acosté. Once horas durmiendo. A las diez y media fue cuando me desperté, ya sin sueño pero con unas agujetas de categoría.

Un día para recordar el de ayer. Hoy ya de relax, tengo que escribir algunas preguntas para Francés y nada más.

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