Como eres defensor del software libre, se los vas a pasar en PDF, que es un formato estándar y además, así no se pierde tu arduo trabajo de formateo.
Lo primero que tenemos que hacer es instalar un paquete llamado unoconv. Supongo que sabrás cómo instalarlo en tu distro (Synaptic, yum o cualquiera que sea tu gestor de paquetes). Una vez instalado, nos vamos al enemigo mortal de los usuarios noveles: el terminal.
Una vez abierta, escribimos unoconv. Este comando nos permite convertir entre los formatos que OpenOffice es capaz de abrir. Luego escribimos -f, que especifica el formato en que se convertirán los documentos, y después el formato en cuestión (en nuestro caso, pdf) y para acabar, arrastramos los archivos desde el navegador de archivos hasta la ventana del terminal.
Es decir, en total quedaría algo así
unoconv -f pdf /home/usuario/archivo.odtY ya sólo quedaría pulsar Enter, y los archivos PDF aparecerán mágicamente ante tus ojos.
En este mini screencast podéis ver todo esto de una manera más gráfica:
(click para ampliar y mayor calidad)
Algunas notas finales:
- Por supuesto, también puede hacerse con un único archivo.
- Si no quieres usar el navegador, puedes escribir manualmente las rutas de los archivos.
- No sólo soporta PDF, DOC o formatos exclusivamente de texto, también soporta otros formatos y tipos de documento, siempre que OpenOffice pueda abrirlos.
- Escribe unoconv -h en un terminal para ver un listado completo de las posibilidades que ofrece el programa.
- Los usuarios de Thunar podéis configurar una acción personalizada por si queréis automatizar este tipo de procesos.
Espero que esta información os haya resultado útil.
2 comentarios:
Anda!,que manera más fácil de hacerlo..
Muchas gracias por compartirlo ;-P
Es sencillísimo. El terminal oculta verdaderas joyas que nos perdemos por este apego al entorno gráfico, pero a veces descubro algunos como este. Me alegro de que te resulte sencillo.
Gracias por comentar.
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