lunes, 12 de julio de 2010

Las verdades de la piratería

La piratería es un tema que está en nuestro día a día, puesto que son muchos los señores y entidades que están haciendo todo lo posible por eliminarla. Se dicen muchas cosas que, como usuario de software libre y amante de compartir que soy, considero mentira, así que voy a exponer aquí algunas verdades detrás de la piratería, según mi punto de vista.

Conste que no voy a descubrir nada nuevo con esta entrada, seguro que son aspectos que muchas veces se han expresado, pero quiero hacer un recopilatorio y conocer vuestra opinión, porque seguro que estas «verdades» son matizables y criticables.

Verdad 1. El término está mal empleado.
Siendo filólogo como soy, es algo que me molesta bastante. «Piratear» se asocia con «pirata», una persona que abordaba barcos para robar lo que en él había. Quieren hacernos ver que el «piratear» que por desgracia se ha impuesto tiene relación con «robar», que estamos robando al artista su obra, cuando realmente lo que hacemos al descargar cualquier cosa es «copiar», obtenemos una copia de la obra, no la obra original. Por lo tanto, un artista no puede sentirse «pirateado» porque yo me baje su obra en en el otro extremo del mundo. El artista sigue teniendo su obra y puede hacer con ella lo que quiera.

Verdad 2. Copiar no es delito.
Por mucho que estos señores se obcequen en decir que sí, que estamos robando al artista, dejándolo sin comida y demás afirmaciones que todos conocemos, no ha sido ni una ni dos veces las que se ha demostrado por vía judicial aquí en España que, efectivamente, la copia privada no es un delito.

Verdad 3. Los intermediarios.
Creo que, aunque necesarios para algunos casos, son el gran mal que azota la cultura actual. Los intermediarios, léase discográficas, editores, o todo aquél que intervenga entre el artista y el producto final de su obra. Están anclados en un modelo de negocio desfasado en el que el producto consiste en su carátula con su librito y el formato físico con un adorno bonito, y esto, a día de hoy y aunque les pese, no es así. La gente si quiere consumir algo en lo que menos se fija es en los adornos (supongo que poca gente se comprará una película porque tenga una portada bonita), sino en el contenido. A estos señores les duele que nosotros nos bajemos un archivo que contiene lo que nos interesa consumir.

Verdad 4. Hay que buscar nuevas fórmulas.
Si estos intermediarios no se obcecaran en defender ese modelo tradicional de librito y portada y se dedicaran a hablar con grandes empresas y distribuidoras, a acordar pactos para ofrecer al usuario su contenido a un precio razonable, la piratería no desaparecería, al menos en un primer momento, pero sí que bajaría el número de copias. Esto no quiere decir que el formato físico tenga que desaparecer ni que vaya a hacerlo, pero si quieren que los consumidores vayan a él, tienen que dar facilidades y «algo más», como buenas ediciones.

Verdad 5. El problema es el precio.
Esto lo afirmo más entre dientes, porque es algo que muchos me podrán rebatir. Pero yo creo que muchos productos están a un precio exagerado que mucha gente no está dispuesta a pagar, y a la vista está. El cine es caro, los DVDs también y encima tienen pantallas que no se pueden saltar donde demonizan a su propietario, los discos más de lo mismo...

Verdad 6. Piratear no debería ser más fácil que comprar.
Seamos sinceros: es difícil encontrar contenido con buena calidad de copia en la red. A veces tenemos que investigar por varias páginas y descargar varias veces para encontrar una copia que nos satisfaga. Las compañías tienen que entender que nosotros, los usuarios, queremos consumir cultura, y que nos tienen que poner las cosas fáciles. No estamos dispuestos a pagar 18€ por una película, al menos por todas las que podemos llegar a consumir en poco tiempo, y los videoclub online no tienen ni el precio ni las comodidades necesarias como para no sacrificar ese tiempo de búsqueda de una buena copia. Mientras sea más sencillo buscar en Megaupload que ir al salón, darle a un botón, pagar un precio razonable y disfrutar del contenido, la gente seguirá copiando, y es un hecho.

Verdad 7. Compartir forma parte de nuestra cultura.
Seguro que si un amigo nos pide un DVD, un libro o cualquier otra cosa, no se la negamos. Y mucha gente coloca una copia de su contenido, el que una vez pagó, para que todos puedan disfrutarlo como él, como si todos fuéramos amigos. No pueden intentar eliminar esto de raíz porque es imposible. Igual que antes grabábamos una película de la tele y la hacíamos nuestra o una canción de la radio, ahora descargamos de la red. ¿Diferencia? Que ahora lo puede hacer más gente y con mayor cantidad de contenidos, y muchas veces con una calidad muy buena.

Resumiendo.
Me consta que hay mucha gente que pagaría de buen grado por un buen servicio que le proporcione el contenido que busca cuando lo busque a buena calidad y con un precio razonable, pero si tal servicio existiese, no va a acabar definitivamente con la copia.

Los intermediarios y todo aquél que proclama la muerte de la cultura debería ponerse a pensar en métodos para beneficio del usuario, puesto que es su cliente. Siempre se ha dicho «el cliente lleva la razón», y estamos en un tiempo en que lo demonizan, lo convierten en asesino y los intermediarios lloran en las esquinas en vez de sentarse y hacer lo que tienen que hacer, y saben que pueden hacer: modernizarse.

6 comentarios:

Pablo dijo...

Si no pueden poner una tele de plasma en su cuarto de baño, seguirán diciendo que les estas robando y lloriquearán como imbeciles.

Jorge Andreu dijo...

Los precios se disparan en todo. A día de hoy, yo no pago 18 euros para ver una película que no sé si me va a gustar, ni para comprar un disco que no conozco. Sí lo pago, aunque con trabajo, cuando estoy seguro de que sí voy a disfrutarlo: pongo por caso un disco de Sabina (cuyo precio tampoco me parece adecuado, pero como sé que me gusta, no me importa tanto gastarme el dinero).

Ocurre lo mismo con los libros. Tengo guardado por un cajón un libro que tiene el precio de 595 pesetas, es decir, 3.60 euros. Con ese precio, sí compraría un libro gustosamente aunque luego no me gustase. Lo que no estoy dispuesto a hacer es comprar un libro por 25 euros, como salen en las ediciones nuevas con pasta dura y portadas bonitas, para que luego me decepcione.

Los libros no los descargo de internet porque no me gusta leer en la pantalla, pero precisamente por eso los tomo prestados de la biblioteca. Los discos... pues sí, los descargo de internet, y las películas, y las series... pero ¿qué hacer si no, si para ver una serie original tienes que pagar entre 30 y 50 euros por temporada?

Thalskarth dijo...

Concuerdo contigo, el termino "piratería" está más que mal empleado. Y a su vez, copiar no es delito, es más, es una práctica cultural básica de una sociedad, lo mismo que prestar un libro, lo cual, hoy en día mediante DRMs y afines incluso se está empezando a prohibir.

El mayor problema es con el sistema del copyright actual, el cual creo que debe abolirse, pero bueno, llendo al grano. El mismo actualmente nació como una forma de proteger al artista para que pudiese recuperar la inversión en la obra (o sea, pa' que tenga pa' comer). Hoy en día, el copyrigth sólo existe para proteger a los intermediarios, qué son los únicos que ganan plata. Porque de autores, salvo los que hacen best-sellers, el resto cobra poco y nada por sus libros. Es decir, hoy en día, el copyright perjudica a todos salvo a los intermediarios. Ya que ellos se consideran "dueños de la cultura" y son ellos los que deciden que se publica, que no se publica y cuando se hace y nos intentan prohibir a nosotros el uso/distfrute/etc de nuestra propia cultura. Y acá no hablo de que un artista no pueda vender su trabajo, obviamente que puede hacerlo... pero porque usar un sistema obsoleto para eso? o porque, yo no puedo escuchar un CD de música con 6 amigos. (Acá en argentina, más de 5 personas es "difusión publica" y te pueden cobrar impuesto).

Para lo que dijo Jorge, acá un libro nuevo cuesta lo mismo que en españa por lo que veo, en promedio de 15€ para arriba... lo que, en moneda local dice que un libro "normal" en argentina cuesta alrededor de 60-80 pesos. Mientras que el sueldo básico está en 1500, lo que realmente hace dificil a todo el mundo comprar libros, son DEMASIADO caros.

En resumen:
Creo que en sí, la mal llamada pirateria no es algo malo, es algo normal de cualquier cultura sana y los intermediarios la están demonizando porque ven que hoy en día, nosotros podemos producir, distribuir y disfrutar todas las obras culturales sin necesidad de ellos en el estado actual. Y en vez de "actualizarce", nos atacan.

gadi dijo...

Pablo: Precisamente, así de triste es.
Jorge: Un libro por 3,60, quién lo cogiera hoy en día. Desde luego las ediciones de pasta dura están muy disparadas.
Thalskarth: Me has dejado atónito con lo de las 5 personas. Increíble.Nada más que añadir a tu comentario.

Muchas gracias a todos por compartir vuestras opiniones :)

Thalskarth dijo...

No sólo eso Gadi, acá por ley SADAIC (la gestora de derechos) es la dueña de la música.
Entonces, no importa si en tu local pones música creative commons, de jammendo o lo que sea... igual les tenes que pagar a ellos por los derechos de autor, la ley lo dice así. [Eso no implica que sea una ley popular :P]

jProgr dijo...

Concuerdo. El problema principal es el modelo de los intermediarios. No se actualizan, quien sabe por que, tal vez por la misma razon que nadie a podido a mover a los directivos de muchos años

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