sábado, 2 de agosto de 2008

Hoy, más Sabina

Otro buen par de canciones de Sabina:



Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks,
en vez de fingir,
o, estrellarme una copa de celos,
le dio por reír.
De pronto me vi,
como un perro de nadie,
ladrando, a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
la miel en los labios
y escarcha en el pelo.
Tenían razón
mis amantes
en eso de que, antes,
el malo era yo,
con una excepción:
esta vez,
yo quería quererla querer
y ella no.
Así que se fue,
me dejó el corazón
en los huesos
y yo de rodillas.
Desde el taxi,
y, haciendo un exceso,
me tiró dos besos...
uno por mejilla.
Y regresé
a la maldición
del cajón sin su ropa,
a la perdición
de los bares de copas,
a las cenicientas
de saldo y esquina,
y, por esas ventas
del fino Laina,
pagando las cuentas
de gente sin alma
que pierde la calma
con la cocaína,
volviéndome loco,
derrochando
la bolsa y la vida
la fui, poco a poco,
dando por perdida.
Y eso que yo,
paro no agobiar con
flores a María,
para no asediarla
con mi antología
de sábanas frías
y alcobas vacías,
para no comprarla
con bisutería,
ni ser el fantoche
que va, en romería,
con la cofradía
del Santo Reproche,
tanto la quería,
que, tardé, en aprender
a olvidarla, diecinueve días
y quinientas noches.
Dijo hola y adiós,
y, el portazo, sonó
como un signo de interrogación,
sospecho que, así,
se vengaba, a través del olvido,
Cupido de mi.
No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
porque ya no le importa...
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta.
Me abandonó,
como se abandonan
los zapatos viejos,
destrozó el cristal
de mis gafas de lejos,
sacó del espejo
su vivo retrato,
y, fui, tan torero,
por los callejones
del juego y el vino,
que, ayer, el portero,
me echó del casino
de Torrelodones.
Qué pena tan grande,
negaría el Santo Sacramento,
en el mismo momento
que ella me lo mande.
Y eso que yo,
paro no agobiar con
flores a María,
para no asediarla
con mi antología
de sábanas frías
y alcobas vacías,
para no comprarla
con bisutería,
ni ser el fantoche
que va, en romería,
con la cofradía
del Santo Reproche,
tanto la quería,
que, tardé, en aprender
a olvidarla, diecinueve días
y quinientas noches.
Y regresé...etc.



No soy un fulano con la lágrima fácil de esos que se quejan sólo por vicio,
Si la vida se deja yo la meto mano, si no, aún me excita mi oficio.
Y como además sale gratis soñar y no creo en la reencarnación,
Con un poco de imaginación partiré de viaje enseguida
A vivir otras vidas, a probarme otros nombres,
A colarme en el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré.
Al Caponne en Chicago, legionario en Melilla, pintor en Montparnase,
Mercader en Damasco, costalero en Sevilla, negro en Nueva Orleans.
Viejo verde en Sodoma, deportado en Siberia, sultán en un harén,
Policía ni en broma, triunfador de la feria, gitanito en Jerez.
Tahur en Montecarlo, cigarrillo en tu boca, taxista en Nueva York,
El más chulo del barrio y tiro porque me toca, suspenso en religión.
Confesor de la reina, banderillero en Cádiz, tabernero en Dublín,
Comunista en las Vegas, ahogado en el Titanic, flautista en Hammelin.
Pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo
La del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo,
El viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera
Un par de tibias y una calavera.
Billarista a tres bandas, insumiso en el cielo, dueño de un cabaret,
Arañazo en tu espalda, tenor en Rigoletto, pianista de un burdel.
Bongosero en La Habana, casanova en Venecia, anciano en Shangri La
Polizón en tu cama, vocalista de orquesta, mejor tiempo en Lemans.
Cronista de sucesos, detective en apuros, conservado en alcohol,
Violador en tu sueños, suicida en el viaducto, guapo en un culebrón.
Morfinómano en China, desertor en la guerra, boxeador en Detroit,
Cazador en la India, marinero en Marsella, fotógrafo en Play-Boy.
Pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo
La del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo,
El viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera
Un par de tibias y una calavera.
La del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo,
El viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera
Un par de tibias y una calavera.

2 comentarios:

Jorge Andreu dijo...

Muy buena canción La del Pirata Cojo. Y Serrat con su bastón... es que es genial. En el estadio Chapín en Jerez se puso todo el público en pie cuando hizo lo del bastón, jaja.

19 días también me gusta, pero, pese a todo, no es de mis favoritas. Eso sí: tiene una gran letra.

gadi dijo...

@Jorge Andreu: Si es que es para ponerse en pie. Y a mí 19 días me gusta mucho, la verdad, pero respeto tus gustos xD.

Gracias por comentar.

Publicar un comentario

Si no tienes cuenta en ninguno de los servicios, usa Nombre/URL. A ser posible, evita la opción Anónimo.

 
Related Posts with Thumbnails