viernes, 15 de agosto de 2008

La magia de la radio nocturna

Como ya todos sabéis (o deberíais saber), desde hace un año escucho la radio de una forma más activa que lo que venía haciendo hasta entonces, que la escuchaba muy de vez en cuando. Bien, pues hoy os quiero hablar de ello, pero en especial, de la radio nocturna.

Porque la radio nocturna verdaderamente tiene una magia que casi te ata a tener que escuchar todas las noches cierto programa que te gusta, porque te hace compañía, te entretiene. Eso es lo que me pasa a mí con A ver si te atreves, ese programa de Onda cero que dura de 1:30 a 5:00 ahora en verano y que toca temas variadísimos, desde temas de denuncia a temas divertidos, pasando por temas interesantes.

También me pasaba antes con La rosa de los vientos, que, aunque la escuché menos, también me mantenía despierto bastante tiempo. Pero desde que falta Cebrián no es lo mismo y ya no la oigo, aunque no niego que el trabajo de Bruno Cardeñosa sea un trabajo de calidad.

Lo que quiero decir con todo esto puede resumirse en una palabra: gracias. Gracias a todos esos profesionales que están ahí al pie del cañón dispuestos a entretener a una masa de gente sin sueño o que trabaja por la noche, que es mayor de lo que puede pensarse en principio. Esos profesionales que arriesgan su horario de sueño y que duermen poco con tal de llevarnos a nuestros oídos estos temas que tanto nos gustan.

Además de todo esto, la radio a estas horas tiene otra cosa a su favor. Normalmente, por la noche no estamos haciendo nada, o lo que hacemos no es tan activo como lo que hacemos en pleno día, eso quiere decir que prestamos total atención a lo que estamos escuchando. Y si a eso le sumamos que normalmente por la noche las emisoras no meten tanta publicidad, tenemos que las horas se nos pasan en nada, si el tema nos interesa.

Yo hay muchas noches que he encendido la radio a la una de la madrugada (hora en la que suele empezar A ver si te atreves en verano, menos ahora con esto de las olimpiadas), me he acostado a las tres, y sin darme cuenta, se me ha venido encima las cinco de la madrugada, y el programa ya ha acabado, manteniéndome en vela durante todo el tiempo.

Yo he mencionado Onda Cero porque es la cadena que más escucho, pero sé que hay muchos otros programas a estas horas. Por eso, y aunque pueda parecer pesado, digo una vez más: gracias.

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