19 el 19: De categoría

Con este título que os parecerá tan extraño vengo a contaros lo que fue el día de mi 19º cumpleaños, un día genial. Es una de las entradas con múltiples temas que ya hace tiempo que no hago.

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Antes que nada, tengo que agradeceros a todos aquellos que me habéis felicitado el gesto de haberlo hecho. Es lo que más feliz me hace, yo no quiero regalos (de hecho se lo dije a mis amigos, que regalos no, que luego me veo yo en la obligación de regalar y soy malísimo), y una felicitación, por el hecho de ver que la gente se acuerda de mí en este día, me encanta. Felicitaciones en persona, en Fotolog, en Tuenti, por mensajero, por esemese... tanta gente que he perdido hasta la cuenta. Ahora, pasemos a lo que fue el día de ayer.

La idea era irse a comer a la Caleta con un bocadillo o algo de eso, pero cuando me conecté y el Pater me preguntó el plan, me propuso de ir a comer a una pizzería que hay cerca del Falla, "La bella Italia", y como pilla cerca de la Caleta, accedí encantado y se lo propuse a la gente, que accedió.

Pero poco a poco algunos se fueron echando atrás. De los 8 a los que se lo había propuesto, 4 se echaron atrás por diversas razones, y una tenía que estudiar, por lo que solo fue a comer. Pero quedábamos cuatro, y con tres personas uno se lo puede pasar muy bien.

Tras comerme yo solo una pizza de atún con un Cocacola, fuimos a la caleta, donde estuvimos mucho tiempo (pero mucho) en el agua. Luego, dos nos fuimos a la muralla para tirarnos, ya que vi que no era peligroso. Para finalizar la tarde caletera, estuvimos un buen rato jugando a las cartas. Perdí mucho, casi perdí mucho también, pero casi gané y gané unas cuantas veces, también.

Para poner el broche final al día, nos fuimos a la heladería de Los italianos que está en la plaza de Mina, y allí me comí una buena tarrina de "bacio" (avellanas de los toros) y nata. Una delicia. Dejamos a los otros dos en su casa y el Pater y yo nos fuimos para Puerto Real.

Grande fue mi sorpresa, pues tras la cena mi hermano me hizo entrega de un regalo. Nada menos que "Guitar Hero on tour", para DS, que me atraía muchísimo.



El juego es una verdadera maravilla, trae un periférico que se engancha a la consola y con el que te atas la mano, con los botones de la guitarra de los Guitar Hero "grandes", y una púa táctil con el que tocar las cuerdas de la guitarra, que están representadas en la pantalla táctil. Poco a poco voy cogiéndole el vicio al jueguillo, que otra cosa no sé, pero viciar, vicia.




No puedo olvidarme del regalo previo a mi cumpleaños, pero que aún así lo considero como tal. Una antología poética de Antonio Burgos sobre poesía popular española. Tengo que empezar a leer poesía y creo que con esto voy a poder tomarle el gustillo. Los que he leído me encantan.



Y aquí acaba la crónica de un día redondo. Un cumpleaños digno de recordar, sí señor.

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