domingo, 10 de octubre de 2010

Ordenador peleón y vuelta a las clases

Muy buenas a todos, mis lectores. Después de seis días de inactividad creo que es el momento de contaros cómo va la situación. Preparaos para una entrada bien larga, puesto que quiero tratar varios asuntos de mi vida reciente.

Ordenador peleón
La torre sigue en el técnico. Como ya dije alguna vez, la llevé a la tienda donde compré el teclado, el ratón, el monitor y demás. Dicho técnico me dijo que trabajaba con Ubuntu, y si a esto le sumamos el trato que me dieron, pues ha sido mi elección por segunda vez.

La primera vez lo bajé porque la BIOS no me detectaba disco duro. Me dijeron que me lo arreglaron, y al llegar a casa y conectarlo, el aparato ni siquiera arrancaba. Tras varios intentos conseguí que funcionase, hasta dos o tres semanas después.

En ese tiempo me hizo alguna cosa rara, como analizar el disco duro antes de tiempo diciendo que tenía errores, y más de una vez tuve que pasarle la opción de Comprobar sistema de ficheros de Gparted en un Ubuntu Live. Siempre me lo arreglaba (borraba alguna configuración de KDE y de Firefox en el proceso). Y por supuesto, sus correspondientes congelamientos totales.

En uno de los reinicios, acostumbrado a que se quedara atrancado y cabezota de mi que no lo bajaba, GRUB me dijo que no tenía sistema operativo para arrancar. Volví a arrancar Ubuntu desde el CD, y Gparted me dijo que la primera partición, la del sistema operativo, recientemente formateada, estaba en un sistema de ficheros desconocido. Esta fue la última jugarreta que me hizo, porque ya lo bajé.

Y en el técnico lleva dos semanas. Tenían varios ordenadores antes que el mío, así que supongo que tardarían en empezar a mirarlo. Pero cuando le metieron mano se han encontrado con un hueso duro de roer, o en este caso, con un ordenador duro de arreglar.

Yo les dijo que sospechaba que era el disco duro, puesto que hacía click (como otro que se me rompió), y eso de que una partición se fuera de buenas a primeras no era muy normal. Pero de acuerdo a sus pruebas está funcionando correctamente, o sea que no hace falta cambiarlo. Aún así, lo han formateado a fondo (salvando algunas carpetas que no pude salvar yo por la imposibilidad de terminar la grabación de un DVD).

Pero la cosa no acaba ahí. Me dijeron que qué sistema operativo quería que me instalaran, que qué Linux uso. Como quería que me lo devolvieran rápido (iluso de mí), les dije que me pusieran Ubuntu (Debian no es muy difícil de configurar, pero tiene sus detalles). Incluso sabiendo ellos lo fácil que es de instalar, les costó horrores. Me han cambiado algunos cables que estaban cuarteados, han quitado todo lo que puede dar problemas, y ahora que han conseguido instalarlo no pueden actualizarlo.

Estar con el ordenador allí durante dos semanas es un problema para todos. Para mí que necesito usarlo, y para ellos, que están con un hueco ocupado que podrían estar usando en otro equipo. Por suerte me han dicho que no me van a facturar todas las horas que están echándole, si no tendría que embargar la casa o algo.

El netbook
Así que aquí sigo yo, con mi netbook. Varias veces he dicho que me es muy difícil trabajar diariamente con él, y es por varias razones.

Primera y más evidente: el netbook no tiene el mismo potencial que un ordenador de escritorio. Ni de lejos vaya, aunque mi torre sea ya antigua. No pienses en abrir más de dos o tres aplicaciones algo pesadas porque se resiente un poco.

La segunda y más molesta es que mi teclado (que me encanta) es PS/2, y el netbook no tiene dicha entrada. Pensando que me iban a arreglar pronto la torre, me resistía a comprar uno USB, por lo que tenía el pequeñito conectado al monitor, con el ratón que uso habitualmente (que sí es USB) y usando el teclado del netbook. Ese teclado está bien para tomar apuntes en clase, pero a la hora de usarlo en el día a día... no es suficiente.

A la vista de que ahora la instalación les estaba dando problemas, decidí comprarme un teclado, el más barato que tuvieran en una tienda (vamos, que me ha costado 9€). Y aunque la potencia sigue siendo la misma, trabajar con un teclado completo se agradece y mucho.

Vuelta a las clases
Estas dos semanas que el ordenador lleva de baja han coincidido con las dos primeras semanas del curso (esta ha sido la mayor jodienda). Empiezo cuarto de carrera, y la verdad es que la primera impresión de estas dos semanas ha sido muy buena.

Tengo asignaturas que continúan otras que ya he dado en años anteriores, y otras nuevas, lógicamente. Frente a la primera impresión generalizada del curso anterior de que los profesores eran aburridos, este año es muy diferente. Sólo me aburre uno, y no en grado extremo. Influye también que a la mayoría ya los conozco. Por supuesto ya tengo trabajo para repartir, pero tengo ánimos para afrontarlo (de hecho es de lo único que tengo ánimos verdadero estos días).

Ha sido un comienzo un poco raro. Hemos empezado más tarde que otras carreras y ha habido fiestas en todas las semanas, y en la que entra aún más (coincide un puente con una festividad de la universidad)

Y de momento nada más. Como tengo teclado completo supongo que escribiré alguna entrada, pero no aseguro periodicidad. Un saludo a todos.

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