Hoy no te has despertado. Despertarse significa haber dormido, y hoy no has dormido. Te despertaste ayer y hoy no has dormido.
Hace calor. Desnúdate. Las sábanas quedan desterradas de la cama. Son las tres y tus ojos están abiertos y sin planes de cerrarse. Oye música, da vueltas, rescata a las sábanas, vuelve a expulsarlas. Imposibilidad de dejar el cerebro en blanco. Muchos pensamientos y a la vez ninguno.
La noche es eterna, y el mismo despertador que tantas veces te molestó por sonar, hoy no suena, no sueña. Sabes que en algún lejano momento lo hará, y vivirás un día con más horas de las necesarias.
Madrugada del 14 de octubre
2 comentarios:
Acabás de describir mis últimos 4 años!
A mí por suerte no me pasa a diario, sino una noche de cada tantas. Me alegro de que te haya gustado :) gracias por pasarte y comentar.
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