Ya mucha gente ha vuelto a sus vidas cotidianas. A mí por suerte aún me quedan dos semanitas de libertad, pero catorce días no son nada, realmente.
Y es que el verano ya se va. Aún hace calorcito y me quedan oportunidades para ir a la playa, pero ya pocas. Ya volveremos al invierno.
No me gusta nada el invierno. Me entristece, y creo que no es la primera vez que lo digo. El frío obliga a tener que ponerse cuatro capas de ropa, los días lluviosos hay que irse con ese incómodo paraguas, hay resfriados... todo lo que odio, en definitiva.
Las clases, sinceramente, se me apetecen que empiecen. Tengo ganas de ver el nuevo profesorado, y ya que tengo confianza con la clase, la cosa irá más fluida. Las asignaturas que he cogido me gustan (al menos en el planteamiento), y creo que las obligatorias tampoco estarán nada mal. A ver cómo va la cosa, ya os contaré. Este año voy por al menos una matrícula de honor.
Lo que sí me da pereza de que empiecen las clases es la monotonía. Todos los días hay que pillar un bus que tardará cuarenta minutos o más en llegar a su destino, y para colmo, saldré mucho menos, por los estudios y por el frío, que no apetece.
Pero bueno, no queda más remedio que echarle ganas, y teniendo en cuenta que el curso que viene se plantea bien, espero que se haga más llevadero.
Aunque no se de qué me quejo, si los últimos años se me han ido volando...
Bueno, simplemente se me apetecía escribir sobre esto. Adeus!
Y es que el verano ya se va. Aún hace calorcito y me quedan oportunidades para ir a la playa, pero ya pocas. Ya volveremos al invierno.
No me gusta nada el invierno. Me entristece, y creo que no es la primera vez que lo digo. El frío obliga a tener que ponerse cuatro capas de ropa, los días lluviosos hay que irse con ese incómodo paraguas, hay resfriados... todo lo que odio, en definitiva.
Las clases, sinceramente, se me apetecen que empiecen. Tengo ganas de ver el nuevo profesorado, y ya que tengo confianza con la clase, la cosa irá más fluida. Las asignaturas que he cogido me gustan (al menos en el planteamiento), y creo que las obligatorias tampoco estarán nada mal. A ver cómo va la cosa, ya os contaré. Este año voy por al menos una matrícula de honor.
Lo que sí me da pereza de que empiecen las clases es la monotonía. Todos los días hay que pillar un bus que tardará cuarenta minutos o más en llegar a su destino, y para colmo, saldré mucho menos, por los estudios y por el frío, que no apetece.
Pero bueno, no queda más remedio que echarle ganas, y teniendo en cuenta que el curso que viene se plantea bien, espero que se haga más llevadero.
Aunque no se de qué me quejo, si los últimos años se me han ido volando...
Bueno, simplemente se me apetecía escribir sobre esto. Adeus!
2 comentarios:
Tienes razón, empieza la monotonía, el frío, las lluvias... Pero, en fin, eso es lo que hay. No hay más remedio que aguantarse y echarle ganas, como tú dices. A mí me costará algo más que a ti, supongo, este curso, porque es el primero y no conozco a nadie que vaya a estudiar nuestra carrera. Pero se solucionará, jeje.
Nos veremos por los pasillos.
Un abrazo.
Jorge: Seguro que harás amigos rápidamente. Gracias por comentar.
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