martes, 24 de julio de 2012

Zelda Spirit Tracks

Tengo este juego para Nintendo DS desde enero de 2010 (¡sí! ¡me lo regalaron por reyes, acertaste!) y hasta hace poco no lo he acabado. Es el segundo Zelda que juego en una consola 'real' (los demás los he jugado en emulador) y, al igual que el anterior para esta consola, me ha gustado muchísimo, aunque en menor medida.

Ha transcurrido mucho tiempo desde los sucesos de Phantom Hourglass. Ahora la gente vive en tierra y la base del mundo son las vías sagradas que colocaron los Dioses. Pero últimamente algo anda mal: las vías desaparecen. Nosotros seremos los encargados de investigar qué pasa cuando la princesa Zelda (de la que soy muy fan en este título dado que tiene una utilidad real) nos convoque para nombrarnos Maquinista Oficial del Reino.

Como podéis ver, una premisa sencilla, como la mayoría de esta saga. Y como en la mayoría de juegos de esta saga (¿todos?), tendremos que ir de mazmorra en mazmorra, solucionando puzzles y abatiendo enemigos para abrirnos paso, con el fin de solucionar la situación. Todo esto sumado a una gran cantidad de misiones secundarias, aunque la mayoría no aparece hasta bien entrados en la historia.

Este juego me ha gustado menos que Phantom Hourglass. Repite el mismo esquema de juego (mucha importancia del lápiz táctil, anotamos en el mapa, objetos parecidos...) pero tiene un gran problema: el medio de transporte. Nos movemos en tren, y aunque tenemos portales para movernos más rápido entre zonas... son casi en vano. Una o dos velocidades más no hubieran venido nada mal, porque los viajes se hacen cansinos y largos, sobre todo si no hacemos misiones secundarias para desbloquear vías, ya que (obviamente) no tenemos tanta libertad para elegir dirección. Además, cada vez que superemos un templo tenemos que volver a un lugar a hacer una misión que sigue siempre el mismo esquema, lo que puede resultar repetitivo.

El juego hace gala de una banda sonora fantástica. Además de las canciones que suenan para acompañarnos por los diferentes escenarios, tenemos una flauta con la que podemos interpretar ciertas canciones para abrir caminos (las que tocamos para acceder a los templos son puro amor). En el apartado visual no hay novedad: estilo cartoon, el mismo que su antecesor.

En definitiva: si eres fan de Zelda, juega Spirit Tracks que te darán igual sus defectos; si te gustó Phantom Hourglass lo más probable es que este también lo haga ya que mantiene el mismo esquema, pero en caso contrario el tren y la repetición pueden hacer que te resulte cansino y pesado.

Para acabar, una reflexión sobre The legend of Zelda. No deja de sorprenderme cómo con una premisa sencilla e introduciendo una novedad por juego (eso sí, muy importante y en la que se basa todo el título) consigue hacer que deseemos el 100%. Te introduce en su entorno, llegas a sentir mucho aprecio por sus personajes. Este título es de una portátil y es normal que no tenga voz, pero en sobremesa tampoco los doblan, todo es texto. A esto hay que sumarle que el personaje protagonista, Link, no dice ni una palabra (ni siquiera en texto), sólo lo que nosotros le indicamos. Es decir, nosotros somos Link. Y a pesar de todo es un personaje sumamente carismático. La suma de estos elementos tienen como resultado una inmersión formidable, consigue que el mundo del juego sea tan nuestro como de sus habitantes.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Si no tienes cuenta en ninguno de los servicios, usa Nombre/URL. A ser posible, evita la opción Anónimo.

 
Related Posts with Thumbnails