Hay algo que es superior a mí y no lo puedo evitar. Es verlo y darme mareo, o si es en una película, tengo que apartar la vista. Y es algo relativamente común...
Las agujas.
Le tengo real pánico a las agujas. Algo muy jodido siendo asmático, porque el urbazón no es otra cosa que un pinchazo. ¿Me tienen que poner un urbazón? Ya está Gadi blanco y con las piernas para arriba.
Pero como digo, no sólo en la «vida real» me pasa esto. En cualquier película, si se muestra una aguja, no puedo mirar. Me refiero a planos detalles de una vacuna o si se muestran drogas.
Siguiendo con el tema, de siempre me han causado mucho respeto ciertas enfermedades «extrañas». Cuando hablan de ciertos casos me entra un cosquilleo incómodo. Y esto también me pasa en cine e incluso en literatura:
¡SPOILERS! Si quieres verlos, selecciona.
Cine: Requiem por un sueño. El brazo del protagonista.
Literatura: Madame Bovary. La pierna de Hippolyte.
La película directamente tuve que quitarla y seguir viéndola un rato más tarde, después de tumbarme. Con el libro me entró una sensación rara en el estómago y tuve que parar de leer.
Sé que es algo irracional, sobre todo lo de las agujas. Siempre digo que jamás me tatuaré porque (además de que no me gusta «modificar mi cuerpo») le tengo miedo a las agujas. Y por esto tampoco dono sangre, algo que sé que sería muy beneficioso para muchos.
¿A alguien le pasa algo por el estilo? Quizá tenerle pánico a las agujas sea algo más normal, pero ¿sentirse extraño, con rareza en el estómago, al oír hablar de enfermedades o ver o leer algunas escenas?
PD: La escena de Réquiem por un sueño aún me asalta de cuando en cuando...
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